martes, abril 18, 2006

Reflexiones sobre educación


FRENTE A LAS CRÍTICAS PERMANENTES DEL CAPITALISMO Y SUS FUNCIONARIOS SOBRE LA EDUCACIÓN: ¿QUÉ OPINIÓN TENEMOS LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN?


“La baja de matrícula en los establecimientos municipales de 52% a 49%, del total nacional, es consecuencia de la mala calidad de la enseñanza y la poca preparación de los docentes”...

“La desigualdad en nuestro país es provocada por la mala educación de los sectores pobres, donde los docentes tienen gran responsabilidad”...

“Los profesores son responsables de la alta violencia en la juventud y todos sus vicios”...

“Los profesores son responsables de los malos resultados de los jóvenes en la PSU”...

“Los profesores tienen miedo a evaluarse”...

(Fuentes: Diversos medios de comunicación)

Quizás no sólo estas citas usted escuchó o leyó en los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales. Muchas más opiniones de periodistas, empresarios, políticos de diversos partidos, opinólogos, actores, modelos y un cuanto hay de personajes de la farándula, que tienen cobertura, habrá escuchado y continuará oyendo. Pero: ¿Opinan los trabajadores de la educación que realizan su labor en los establecimientos que atiende a niños, niñas y jóvenes de sectores populares?, ¿En los debates televisivos, radiales o escritos, opinan aquellos que diariamente realizan su acción educativa con esfuerzo, dedicación y profesionalismo?, ¿La actual presidenta, la derecha y la concertación plantean seriamente soluciones a la dramática realidad que se vive en la educación municipa?.
Usted, como trabajador de la Educación ¿Cree que toda esta propaganda negativa hacia los docentes de la educación municipal es coincidencia y un plan con determinadas finalidades?. Y frente a esto ¿cuál es su opinión?.
No es un misterio, para ningún trabajador de la educación, que en los últimos años se ha ido estableciendo implícitamente, por parte de autoridades y personajes que defienden el capitalismo y sus políticas emanadas del imperialismo, que la privatización de los establecimientos educacionales es “la solución” para mejorar las condiciones de “oportunidades de los alumnos y alumnas”, incluso descaradamente establecen que el mercado debe regular la educación y otras áreas sociales. Esta lógica responde a una ideología liberal individualista y a un ordenamiento social, económico y cultural que estima el desarrollo de las sociedades como un emprendimiento competitivo e individual, donde las divisiones de clase son algo “natural”, casi como selección natural Darwiniana.
Los que tenemos una visión radicalmente diferente no podemos dejar que este discurso, transformado hoy día en práctica, no se enfrente con acciones contrarias que frenen lo que algunos estiman irreversible e imposible de modificar.
Debemos explicitar que en este escenario educativo, donde los trabajadores y trabajadoras de la educación realizan sus actividades, se ejecutan descaradamente políticas de carácter reproductivo y de adiestramiento político, económico y cultural capitalista.
Las condiciones deficitarias, en lo laboral, ambiental y sociocultural, en los cuales se ven enfrentados diversos actores educativos, afectan seriamente aquellos que realizan su labor diariamente en el aula. Es así como estudio sobre salud mental y enfermedades profesionales en los docentes, realizado por la Universidad Católica, da cuenta de la importante cantidad de profesores y profesoras que sufren problemas físico-biológico como consecuencia de trabajos en ambientes sin las condiciones mínimas que dignifiquen su labor. Ello implica depresión, colon irritable e incluso cáncer.
El plantear que los problemas que actualmente enfrentamos los trabajadores de la educación, de establecimientos marginados de los beneficios del capitalismo, pasa por su poca preparación o la necesidad de actualizar sus prácticas, es ver parceladamente y engañadoramente dicha situación. Es honesto y verídico que un diagnóstico del quehacer educativo, no olvide ni omita elementos estructurales de nuestro país, como la división de clase sociales, la concentración de la propiedad privada, la acumulación de capital financiero, las características del sistema capitalista, los servidores del imperialismo y sus políticas.
Junto a lo dicho, se suma la presión de autoridades tecnocráticas, como: José Joaquín Brunner (presidente de la Fundación Chile), Luis Riveros (Rector de la U. de Chile), Walter Oliva (presidente de los establecimientos particular subvencionados), Carolina Velasco (investigadora del Centro capitalista “Libertad y Desarrollo”), Alejandro Traverso (Subsecretario de Educación, de supuesta tendencia socialista), entre otros, que responden a dictámenes de organismos internacionales –léase Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otras- que nada le importa el desarrollo integral de nuestros jóvenes, los cuales dictaminan, con apoyo de los medios de comunicación, que somos nosotros los responsables de la inmoral distribución del ingreso y las condiciones que vive más del 60% de la población. Reduciéndolo a un problema de prácticas docentes en las salas de clase o también dicho “la reforma en el aula”.
Las declaraciones teóricas entregadas por el MINEDUC (Ministerio de Educación), y los funcionarios que trabajan en él, utilizan conceptos recurrentes como: equidad, participación, integración, critica, entre muchos otros. Junto con esto las leyes y decretos que sustentan las actuales políticas (Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) y decreto de planes y programas para los diferentes niveles de la educación), plantean lo mismo. Pero con más de 15 años de implementación de estas políticas, sin participación de los docentes que las llevan a cabo, los resultados sólo han dado cuenta de las graves desigualdades sociales existentes, las cuales quedan explicitadas en la frase: “hay educación para ricos y otra para pobres”.
A esta realidad se han implementado, en forma poco coherente a lo que teóricamente se plantea, políticas de focalización hacia sectores de mayor vulnerabilidad, pero con un carácter de castigo y no como una expresión, por parte del MINEDUC, de dar cuenta de los múltiples problemas que existen en los grupos sociales populares.
Es así como el MINEDUC, establece categorías en los establecimientos educacionales con un criterio exclusivo en resultados de carácter estandarizados (SIMCE y PSU), que no tienen nada que ver con un enfoque basado en la diversidad educativa. De esta categoría a establecido el concepto de AUTÓNOMO y FRONTERA (futuros establecimientos elegibles): a los centros educativos que obtienen “mejores resultados”, y FOCALIZADOS y CRÍTICOS (futuros establecimientos no elegibles): aquellos establecimientos con “peores resultados”. Esta caracterización a llevado como castigo a los focalizados recibir programas de “mejoramiento” como LEM (ex P-900) y Liceo para Todos, los cuales deben mágicamente elevar los rendimientos y resultados, ya que si no ocurre serán pasados a “críticos” y serán intervenidos por consultoras externas “altamente calificadas” (negocio redondo y millonario para los tecnócratas que lucran con la educación y las injusticias sociales).
La sola clasificación realizada por el MINEDUC da cuenta de su incoherencia de lo declarado a lo implementado. Podríamos también pensar, por qué los estudios realizados por Jesús Arredondo, en relación que los resultados del SIMCE se deben en un 70% a las condiciones materiales y sociales más allá de los centros educativos, no son discutidos al interior del Gobierno, para generar nuevas categorías de clasificación, en el cual no prime el castigo sino un apoyo real a los docentes para lograr mejores logros en sus alumnos y alumnas (sin amenazas de bajarlo de nivel, sacarlos del programa o cerrar los establecimientos que no sean funcionales).
Todas las declaraciones, aunque suene repetitivo, pero necesarios evidenciar, tratan de esconder el ordenamiento injusto que margina a grandes sectores de la población de los beneficios de uno pocos; ¿Será posible buscar equidad con realidades como Colegio San Gabriel y establecimiento de las periferias de las ciudades de nuestro país? Alguno como Fundación Chile, Instituto Libertad y Desarrollo creen que es posible con la actual distribución del ingreso, y es esta visión la que prima en las actuales políticas educaciones, donde ni siquiera las organizaciones que supuestamente vela por una educación diferente (Colegio de profesores y Movimiento de recuperación gremial), se plantea con fuerza.
Hay que presionar al Gobierno y sus instituciones para ver si da demostraciones de que querer mejorar la educación de los sectores populares cambiando la LOCE y la ley de subvenciones actual, para:
· Disminuir el número de alumno por curso de los establecimientos con vulnerabilidad socioeconómica, entre 30 a 35 (a los menos en 1 y 2do medio).
· Que la subvención la reciba sólo los Establecimientos Municipales y los que quieran educación privada paguen la mensualidad, es decir terminar con el negocio que realizan los establecimientos particulares subvencionados.
· Generar mecanismos legales para intervenir aquellas municipales que no realicen una buena gestión y no castigar a los establecimientos educacionales con evaluaciones externas o entregar a privados (empresarios casi siempre), “sin fines de lucro”.
· En síntesis que el Gobierno muestre en la práctica su defensa por la EDUCACIÓN PÚBLICA, laica, gratuita y democrática.

Pero como ello no es posible bajo el capitalismo, es importante explicitarlo y dejarlo al descubierto, y decir que todas las declaraciones sólo son eso, y que las realidades responden sólo a intereses que están lejos de la justicia social y la equidad.
La educación, bajo el actual ordenamiento económico social capitalista, obedece a intereses de clases de sectores sociales y bajo ese parámetro operan las políticas educacionales. A esto hay que agregar que la educación es un reflejo del ordenamiento social, lo cual nuevas estrategias, en este ámbito, no resuelven (si aporta), todas las problemáticas de distribución, explotación y exclusión que vive la mayoría de nuestros jóvenes.
Hay aspectos materiales objetivos que CONDICIONAN el desarrollo del ser humano (existiendo excepciones que no marcan tendencia), y es obligación de las instancias organizadas de trabajadores de la educación, Apoderados y estudiantes (secundarios, universitarios y adultos), difundir y movilizarse para explicitar y dejar en evidencia las reales intenciones de las políticas capitalistas.
Finalmente es importante reiterar afirmaciones que determinamos como claves:
1.- La solución de las desigualdades sociales pasa por cambios sustanciales en el sistema capitalista, las que escapan de lo que pueda realizar solamente la educación.
2.- Es importante evidenciar las características de la educación bajo el marco del capitalismo, y como este afecta en forma negativa la inclusión social de los jóvenes de sectores populares.
3.- La “exclusión social” y las características de los jóvenes de alta vulnerabilidad son consecuencia de este sistema y sus marcadas diferencias sociales.
4.- Nuestro rol como educadores no es incorporar a los jóvenes a esta lógica de mercado y quedarnos satisfecho al haber integrado a estos estudiantes a la sociedad. ¿Debemos hacer algo más?
5.- Las políticas establecidas por el MINEDUC no son un aporte real al mejoramiento de los jóvenes populares explotados.
6.- No se puede realizar grandes avances en aprendizaje y enseñanza en estudiantes con problemas neuro-biológicos, como consecuencia de su mala alimentación, condiciones deficitarias en lo alimenticio, afectivo, etc.

A CREAR NUEVA EDUCACIÓN PARA UNA SOCIEDAD DISTINTA...
ORGANIZATE, REFLEXIONA Y ACTUA ¡!

No hay comentarios.: